29 de julio de 2011

Back to black

Llegas a casa y te miras en ese espejo que te regalaron hace tiempo. Te ves como siempre, el mismo pelo (aunque con alguna cana nueva), el mismo cuerpo, la misma ropa, la media sonrisa de siempre y esa mirada triste que llevas arrastrando tanto tiempo. Odio verme así. Puede que sólo sea la depresión post-vacacional de la que tanto se oye hablar en las notcias, pero me da igual, es hora de cambiar las cosas. Empezaré por cambiar el orden de los libros, no es mucho, pero es un comienzo. Además, traigo libros nuevos, por aquello de darle un aire renovado a mi librería y a mi vida.

18 de julio de 2011

Planeta Agostini

No es perfecta, pero me completa. Le gusta que le haga tartas de chocolate y palmeritas de hojaldre. Le encanta pasarse horas y horas organizando papeles y cachivaches varios. Es una solitaria que puede pasarse semanas enteras sin salir de casa jugando a la DS o leyendo libros, y a la semana siguiente sólo pasar por casa para comer y dormir. Se ha pasado media vida peleándose con una servidora, y la otra media contando sus aventuras, ligues y escarceos. A veces, sólo a veces, incluso se para y escucha mis historias, aunque siempre se le escapa el típico suspiro y su frase de "lo siento, es que escuchar se me da muy mal" Pero no importa, lo compensa de otras mil maneras. Me acompaña al cine y al teatro, viene conmigo de compras y me dice la verdad sobre como me queda todo. Podemos pasarnos horas y horas en una librería ojeando contraportadas, para luego hablar sobre lo genial que sería tener una casa con biblioteca, como en las películas y pasarnos la vida leyendo libros. Vemos capítulos repetidos de los Simpson y Friends y los comentamos. Nos tiramos los domingos en el sofá a ver pelis de Disney y cantar todas las canciones como si fuéramos estrellas del pop. Se monta en todas las atracciones habidas y por haber y luego siempre repetimos, una tras otra. Me riñe cuando hago estupideces y me contagia con su risa. Jugamos a mil cosas cuando nos aburrimos o simplemente cantamos canciones viejas a pleno pulmón. Si la necesito para hablar, salir, ver una peli, comprar libros o simplemente para que esté ahí, dejará de lado cualquier plan para hacerlo.

La gente dice que nos parecemos, aunque sólo sea en el físico, pero lo que no saben es todo lo demás que compartimos, ilusiones, sueños y decepciones. Compartimos pasado, presente y futuro. Compartimos sangre.

No hay otra como ella, que me de esa seguridad de que siempre estará ahí.

Vuelve pronto.

14 de julio de 2011

¿Genio o enfermo?

En alguna parte leí, algo que me mantiene intrigada a día de hoy. Creo recordar que tengo el artículo por aquí, en algún sitio...abstente de comentarios acerca de mi desorden, lo encontraré, tiene que estar...¡Eureka! Aquí está. Mira, habla sobre la filosofía, sobre las grandes mentes de la historia, sobre pensadores que cambiaron el mundo, sobre Kant, Platón, Diógenes, Copérnico...Ahora lee la última frase del artículo. ¿Impacta verdad? Y es una verdad como un templo. Ah, perdón, vosotros no podéis verlo bien desde ahí, dice lo siguiente:
El genio es, en realidad, un enfermo a dos pasos de la locura.
Me gustaría saber cuántas personas a lo largo de los siglos han dado esos dos pasos. ¿Qué? Ah, yo. No, yo no. Yo no soy ningún genio, soy simplemente una loca, o una enferma para los prefieran los eufemismos.

9 de julio de 2011

- ¿Y esto?
- Ya ves, me apetecía hacerte un regalo.
- Pero, ¿acaso hoy es un día especial y lo he olvidado? Porque sabes que nunca olvido las fechas especiales...
- No, simplemente quería regalarte algo útil, que te sirva para avanzar.
- ¿Y me regalas un espejo? No lo entiendo, ni que yo fuera la bruja de Blancanieves.
- Quiero que te veas tal y como te ve el mundo, como te estoy viendo yo ahora mismo, a ver si ese choque te rompe algún que otro esquema y sales de una maldita vez de esta cloaca llena de bichos muertos y recuerdos reciclados.
- ...
- Venga, vístete ya, que nos vamos de fiesta.

5 de julio de 2011

Bienvenida época anti-rutinas

¡Vaya! Ya es Julio. No me había percatado, hay que ver lo rápido que pasa el tiempo cuando lo inviertes en no pensar ¿verdad? Aunque claro, antes de esto ya había invertido mucho en aprender a hacerlo, y me ha venido bien, porque antes de este momento tuve que ordenar mis ideas y por fin he conseguido establecer un orden, que guarda un complicado equilibrio, pero confío en que se mantenga en pie, al igual que las torres de cartas. Simplemente andaré con pies de plomo, tendré más cuidado con las decisiones que tome (sin perder mi pequeña vena intuitiva e impredecible) y procuraré no suspirar demasiado fuerte confiando en que así esta armonía que al fin he conseguido no se desmorone. Y ahora que el no pensar no le roba demasiados ticstacs al segundero de mi reloj radiactivo, procuraré cultivar un poco mi felicidad, mi buen humor y mi gran optimismo (al que he tenido descuidado desde la mudanza)

Feliz verano desquiciados.