22 de febrero de 2012

Uno más, uno menos.

Un mes en el exilio. Un mes sin más inspiración que el gélido aire de las mañanas friulanas, sin más motivación que portarme bien para que me dejen regresar a casa y sin más ganas de vivir que las que me aporta el mero hecho de pensar que mañana puede ser un buen día (bendita inocencia) Ha sido un mes montaña rusa, como casi siempre y como nunca. ¿Me he arrepentido? Sí, de muchas cosas, pero no del exilio. Me va bien aunque todos mis recuerdos aquí plasmados tengan un tono agridulce. Sigo siendo yo, un poco más ocupada, un poco más estresada, y a veces, quiero pensar, que un poco más feliz. Pero no nos engañemos, mi felicidad dura tanto como el avistamiento de una estrella fugaz. Siempre aparece algú meteorito que lo jode todo. Por suerte, queda menos para que paguen mi fianza y me dejen volver al hogar, al frío y mohoso lugar del que quizás, no debería volver a salir. La experiencia será positiva, me lo repito, me lo repiten, y hoy aún tengo fuerzas para creérmelo.
Y puede que incluso para olvidar.

Ya va quedando menos.

17 de febrero de 2012

Con la máscara en la mano

Papel maché, cajas de cartón, monos de colores, gafas extravagantes, cascos, mordedores, hombreras, sombreros, maquillaje, pelucas. Todo para el carnaval. Todo para la fiesta que marca un antes y un después en mi año. Todo para el festejo que esta vez no podré vivir donde quiero.
Estoy aprendiendo muchas cosas, conociendo a mucha gente, aprovechando para conocerme un poco mejor a mi, pero el sentimiento de opresión por no poder estar ahí está siempre presente. Cada mañana cuando me levanto, me miro en el espejo hecho añicos y me pongo mis ropas con jirones y trato de convencerme de que ésta será una gran experiencia. Estoy ampliando mis horizontes, aprendiendo a ser más crítica a la par que más permisiva con los otros. Me doy cuenta de cómo es el mundo más allá de lo que eran mis 4 paredes rocosas. Pero echo de menos mis paredes, el moho, la cerveza, las salidas nocturnas sin hora de regreso. Es difícil acostumbrarse a esto, pero lo haré, se me da bien adaptarme. Eso, y hacer reflexionar a la gente. Ah, y también fracasar.

12 de febrero de 2012

A 2000km.

Llegar a casa a las 2 de la mañana. No se ha acordado. Nunca se acuerda. Nunca lo hará. Hora de que deje de importarme. Este cambio de vida será un recuerdo diferente, divertido y dulce, del que él no formará parte.
Gracias a los 4 "challenge accepted Pordenone" por un cumpleaños diferente, divertido y en el que no ha sido necesario pensar en nada más.
Gracias a todos ellos, a los que echo de menos, a los que celebran mi cumpleaños sin mi, a los que me recuerdan y me quieren aunque esté lejos, gracias por los mensajes, por los ánimos cuando más los necesito, por los te echamos de menos hoy, gracias por hacer desear que vuelva a casa para veros. Os quiero, a todos, sin excepción. Celebradme por todo lo alto. Y guardadme algo para el 5 de Mayo.

11 de febrero de 2012

De velas y tartas

+ 1,2,3,4...
- ¿dónde está el mechero?
+ Ni puta idea, búscalo. Mierda ya me perdí. 1,2,3...
- Oye ¿dónde se apagan las luces?
+ Estamos en una jodida cueva, ¿de verdad te crees que vas a encontrar luces?
- Toma anda, bébete esto y coge las velas que ponen 1 y 2.
+ ¿Qué es?
- ¿Tú que crees? Cerveza. Te sienta fatal cumplir años.
+ Mentira, lo que ocurre es que odio lo de las velas, y los regalos, y dar gracias y sonreír, odio parecer feliz cuando no lo soy. Odio que la gente crea que todo va bien y ver como en realidad mi universo se desmorona.  Odio que él no esté aquí. Pero lo que más odio es que no estén ellos.
- Te acostumbrarás. Yo lo hice.
+ Tú aún no le has cerrado la puerta, te recuerdo que la llave la tengo yo.
- Pero lo haré, algún día, lo haremos, las dos. Cerraremos las puertas y tapiaremos las ventanas, y tendremos una bonita vida llena de luz fuera de esta mohosa cueva. Y habrá cerveza.
+ Brindo por eso.
- Y por ti.
+ Feliz cumpleaños a mi.
- Ya puedes cortar la tarta. Deja de mirarte las venas, sádica.
+ Uno grande para mi, otro grande para ti. Se acabó lo de compartir, a partir de ahora, solas tú y yo.

6 de febrero de 2012

Cualquier tiempo pasado...

Por fin he decidido poner un poco de orden a los discos y tirar aquellos que ya no servían (leyes nuevas que no permiten escuchar la música que deseas, esto es así, una mierda vamos) He cambiado poca cosa, sigo con el mismo estilo de vida, y por tanto con el mismo estilo de música, pero viene bien de vez en cuando desempolvar la música vieja. Mis reyes llegaron hoy a casa, y traían bajo el brazo dos vinilos antiguos de Ramazzotti. Para la mayoría de la gente será un regalo carente de valor, vivimos en una sociedad que juzga en exceso las cosas por el precio que éstas marcan en las etiquetas. Pero este trozo de plástico, para mi es historia, es el pasado de mi presente, el legado de alguien que nunca debió marcharse, y a quien en ocasiones, por no decir a diario, tengo presente en mi vida. Todo sería tan distinto si él estuviera, si sus consejos no fueran ilusiones y sus palabras vagos recuerdos. Por suerte, aún le veo en sueños.


...fue mejor.