11 de febrero de 2013

P.T.V.

Probablemente, él ni se imagina lo que suponen sus esfuerzos, sus ganas, su entusiasmo, sus ideas locas, sus planes absurdos, sus sorpresas, su cariño. Él sacó de 2 meses lo máximo a lo que se podía aspirar, y desde entonces no ha parado de sacarme sonrisas, no ha parado de intentar hacerme reír.  Como él, por suerte o por desgracia hay pocos. Y como siempre, nunca se lo he dicho. Lo importante que es que esté siempre ahí, esperando impaciente que le sorprenda yendo a buscarle por los pasillos de la universidad. Lo único que me ata a ese oscuro lugar. Gracias por todo mozucu, y por esos intentos de traer nieve en días de verano.

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