4 de noviembre de 2011

Maldito papeleo

¿Qué fue de mi optimismo? ¿de mi manía de ver el mundo de un color clarito (nunca he sido muy de rosas)? ¿de mi costumbre de mirar siempre la otra cara de la moneda? ¿de mi deseo de ver siempre el lado bueno de las cosas? Se ha esfumado. Se han cambiado las tornas, y ahora es él quien me tiene que dar fuerza y consejos para seguir adelante. Irónico, absurdo, y le odio por ello.

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