"Nunca he visto morir tan estúpidamente, ¿qué te parece?"
(Conciencia: Ciertamente tiene razón, ¿a quién se le ocurre poner el corazón encima de la mesa para que se lo aplasten? Estúpida.)
Ese empeño inaudito en no dar la razón a nadie, ni siquiera a alguna de mis otras personalidades. Ése empeño de convertir al malo de la película en el bueno y de dejar a éste relegado a un segundo puesto que no le corresponde. ¿Te gustan los acertijos? ¿no? A mi me encantan, ya sabes, por eso de darle vueltas a la cabeza, pensar, preguntar, obsesionarme, todas esas cosas que se me dan tan bien cuando estoy encerrada en estas 4 paredes, o en 6 o en 8 (el número es indiferente) Él no es el bueno fue la última frase de una noche que llevaba soñando meses. La última frase, la que cayó como un témpano helado en mis oídos, a la que darle vueltas de camino a mi prisión particular. Yo ya sé quien es el bueno de mi película, sólo espero el día que yo misma pueda darme cuenta.
*El bueno que no llega, el malo que no se va, la tonta que es cruel.*
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