25 de enero de 2012

Veredicto: culpable

Se desvía el camino, me dicen izquierda y por primera vez en mi vida creo que les haré caso. Mi sentido común y mi sensatez han dictado sentencia. Locura paranoide e ilusoria. Una vida llena de fantasía y desvaríos por doquier, de malas interpretaciones y de sueños absurdos. La condena: meses de incertidumbre y hambre de calor humano, pero no de cualquiera claro, estaré loca pero sigo con mis exquisiteces. ¿Cómo sobreviviré? ¡Quién sabe! Puede que muera en el intento y resurja de mis cenizas algo mejorada, con más canas y su consabida sabiduría. No lo sé, puede, que simplemente siga viviendo y que todos mis recuerdos sigan atormentándome hasta el fin de mis días cuando mar y tierra se fundan en uno y a mi me coman los gusanos. Maldita tortura esta del arrepentimiento tardío.

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