La ilusión perdida no es más que una verdad encontrada.
Multatuli"¡De ilusiones también se vive!" me solían decir, y a veces quería creerles. Solía sentarme a su lado y pensar, ¡guau! tienen razón, debería ilusionarme más por las cosas. Lo intentaba, con todas mis fuerzas, de veras, y lo conseguí, al menos durante un tiempo. Hasta por la cosa más simple. Ver una mariquita e desear que se posara en mi pequeña mano, y la sensación cuando eso ocurría era increíble. Luego estaban los días en los que decidía ilusionarme por cosas imposibles. Me gustaban los retos. Y la mayoría de las veces fracasaba, perdía y entonces el mundo se volvía un poco más gris. Y llegó un día en el que no pude más. Dije basta. Y se marcharon. Todas ellas, todas las ilusiones que miraban al futuro, y tan sólo me hicieron compañía las decepciones del pasado. Luego apareció él, y el mundo recuperó un poco su color. Me repetí una y mil veces que no, que la ilusión debía permanecer escondida en un cajón bajo llave pasara lo que pasase. Mentí. Luego, otra vez la misma historia, desapareció y el mundo volvió a recuperar su gris habitual.
Pero volverá, la ilusión digo (él no lo hará) Está en mi naturaleza optimista y cabezota que así sea. Pues me permito citar a Calderón de la Barca ¿Qué es la vida? Una ilusión.
Hoy me he levantado pesimista lo sé, pero es que se ha acabado la cerveza.
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