Odio. Rabia. Ira. Frustración. Impotencia. Desgana. Así me siento hoy. No es como más me gusta sentirme, como es obvio, pero cuando te levantas por la mañana y te vuelves consciente de todo lo ocurrido la noche anterior, es lo lógico. Pues si no bastaba esta semana con estrenar gafas nuevas, ahora también tendré que estrenar DNI, carnet de conducir, tarjeta universitaria, móvil, llaves y demás parafernalia. Sí, en efecto, he sido víctima de un robo, y digamos que en parte me considero culpable. Por despistada, por atolondrada, por tratar de estar en mil sitios a la vez. Pero ahora ya está. La vida sigue como siempre, andaré un par de días ajetreada dando vueltas y todo volverá a la normalidad. El sol volverá a salir, seguiré estudiando por las mañanas en la biblioteca, compartiré tonterías los viernes en el kebab, seguiré emborrachándome para olvidar y me levantaré para volver a caer una vez más.
Y el mundo...el mundo seguirá siendo igual de gris.
PD: a ti querido ladrón, te deseo unas felices semanas, las cuales espero no seas capaz de levantar tu cabeza de esa cuneta en la que estarás vomitando bilis.
Vaya boba!!!
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