El camino recto no tiene por qué ser siempre el adecuado.
29 de septiembre de 2011
Mañanas fulminantes
¿Qué hora es? ¿Sólo? Venga hombre, yo me quedo en la cama.
*Giras la cabeza, pero no hay nada, no hay nadie.*
Levantarse con el pie izquierdo y la mano derecha. Y esperar que a alguien hoy se le ocurra la brillante idea de darte un abrazo. Estúpido subconsciente.
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