Comienza un nuevo mes, no más gris que los demás pero tampoco más claro. Debería venir el invierno ya acechando a sus víctimas, los hombres, con sus frías y desgarradoras nubes. Pero en lugar de eso el sol se asoma por la ventana cada amanecer para recordarnos, no sé, que hay esperanza por ejemplo ¿o no? Quizás sólo sea una forma de martirio, para que nos confiemos y el oscuro invierno nos pille con rabia y bajos de defensas.
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